viernes, 11 de septiembre de 2015

Consideraciones sobre Apolo. Parte 1: Mitos

Después de la pequeña entrada que le dediqué en los inicios del blog, creo que es hora de analizar más a fondo la figura de éste dios que es uno de los más grandes dentro del panteón griego.
Hablo de Febo Apolo, el dios de la luz, de los deportes, la adivinación, la belleza masculina, la arquería, la divina distancia, protector contra las fuerzas malignas, la música, la poesía, patrón de los pastores y navegantes, la deidad con más culto después de su padre Zeus.
Al ser demasiadas las facetas de éste dios y tener la necesidad de someterlas todas bajo análisis, posiblemente esta entrada se dividirá en al menos cinco partes, las cuales serán las siguientes:

-Mitos: Algunos de los mitos más famosos del dios
-Esferas de influencia: Abordará las esferas de influencia de Apolo en la religión y la cultura griegas a través de la literatura
-Relaciones amorosas: Los amores de Apolo merecen, por si solos, un apartado.
- Apolíneo vs. Dionisíaco: La contraposición entre Apolo y Dionisos merece también atención. Sobre todo en lo que se refiere a que es una noción originada en la modernidad; los antiguos griegos no lo veían así.
- Mi opinión sobre Apolo: Considero oportuno dar mi opinión personal sobre la figura de éste dios, sobre todo habiéndole dedicado un estudio tan extenso
-Una sexta parte estará dedicada a las fuentes utilizadas a lo largo de toda la recopilación. Así por considerarlo más cómodo.
Pues vamos allá...
Primer plano de la cabeza del Apolo de Belvedere.

Mitos


Nacimiento

Zeus buscó los favores de Asteria, una de las hijas de Ceo y Febe, pero ésta lo eludió y, arrojándose al mar, se convirtió en una isla que luego se llamó Ortigia. El rey de los dioses subió entonces al lecho de la otra hermana, Leto, a la que dejó embarazada de mellizos.
Hera, enterada de que la titánide daría a luz a un hijo poderoso e irreprochable, que sería más caro a su padre que Ares, sintió celos y decretó que Leto no pudiera dar a luz en tierra alguna. De modo que cuando le llegó el momento de parir, anduvo errante de un lado a otro, pues ninguna tierra quería cobijarla por temor a las represalias de Hera.
Cuando llegó a Ortigia, no pudo más y dio a luz a Artemis allí. Luego siguió buscando un sitio donde aliviarse del segundo bebé. 
Su hija, dicen, la ayudó a cruzar a nado hasta Delos, donde nacería Apolo. Sin embargo hay tradiciones que dicen que a los dos los parió en Delos. Sin embargo, coinciden en que primero nació
Artemis, ya adulta, y ésta ayudaría a su madre a parir a su hermano.

El himno homérico a Apolo aborda esta cuestión con sumo detalle.
Empieza con la invocación al dios, tras lo cual se pregunta acerca de cual detalle versará su himno, ya que el dios es celebrado por muchos himnos. Se decanta por el episodio de su nacimiento.

"¿Cantaré talvez cómo al principio Leto te parió, gozo para los mortales, apoyada sobre el monte Cinto en la isla rocosa, en Delos, ceñida por las corrientes?"
                                                                          Himno homérico III; a Apolo

Luego narra el peregrinar de Leto en búsqueda de un lugar en el cual aliviarse de los dolores de parto. Pasa la diosa por Creta, por Atenas, Egina, Eubea, Egas, Iresias, Peparetos. Montes como el Ato, el Pelio, el Ida, Aútocane. Lemnos, Samos, Lesbos y Quíos. Claros, Mileto y Cos. Naxos, Paros, Gnido y Renea. Todas esas tierras recorrió, atormentada por la urgencia de parir al Flechador, y ninguna quiso acogerla por temor a Hera.
Pisó la diosa entonces, la isla flotante de Delos. Y se dirigió a la isla, preguntándole si deseaba ser la sede de su hijo Febo Apolo. Aquello la cubriría de honor, dijo, y la haría famosa. Se alegró ésta, pero sin embargo, le dice:

"...mas temo, Leto, cierta habladuría, y no voy a ocultártelo. Dicen, en efecto, que Apolo será alguien orgulloso en demasía y que ejercerá gran autoridad entre los mortales y los hombres mortales, dispensadores de cereales. Por eso siento naturalmente un temor en mi fuero interno y en mi ánimo, no sea que tan pronto como vea por primera vez la luz del sol, juzgando la isla indigna-pues realmente soy un puro pedregal-derribándome con sus pies, me eche a las profundidades del mar[...] "
                             Himno homérico III; a Apolo

Se ve pues que desde antes de que naciera siquiera, se ve a Apolo como una deidad de carácter orgulloso. También hay un cierto aire profético en las palabras de Delos "Dicen, en efecto, que Apolo será alguien..."; lo cual concuerda con el carácter oracular que más tarde adquiriría éste al apoderarse del oráculo de Delfos.

Tras esto nueve días estuvo Leto atormentada por los dolores, pues Hera retenía a Ilitía, la provocadora de las angustias del parto, esperando que tal trance matara a la madre o al retoño que llevaba en su vientre. Pero al llegar el noveno, las demás diosas se conmovieron de su sufrimiento y enviaron a Iris a por Ilitía, sobornándola con  un largo collar de nueve codos si iba hacia la isla. Cuando la diosa llegó a Delos, a Leto le sobrevino por fin el parto, y dio a luz apoyada al monte Cinto, por esto se le llamó Apolo Cintio.
Cuando el dios nació, fue alimentado por Temis con el dulce néctar y la ambrosía. Inmediatamente después de eso, crecería hasta hacerse adulto y recorrería la isla y sus alrededores. En agradecimiento por haber acogido a Leto, fijó a Delos al fondo del océano con lo cual la isla dejaría de andar errante por el Océano. A partir de áquel día, muchas tierras tendrían el aprecio del Certero Soberano, pero Delos guardaría un lugar muy especial en su corazón.
Siete cisnes dieron siete vueltas a la isla en el mismo momento en que el dios veía la luz por primera vez, el séptimo día, del séptimo mes. Por tanto, tales animales le son consagrados y su padre le habría regalado un carro dorado tirado por éstas aves.
Apenas nacido el dios proclamaría como suyos la cítara (la lira aún no existía) y el arco. Hace gala de su resolución de comunicar a los hombres la infalible determinación de Zeus. El Destino es visto así, como (al menos en parte) la voluntad de Zeus, de la cual es intermediario Apolo gracias al don de la profecía.
 El nacimiento de Apolo es el único episodio de éste tipo narrado en los mitos. No se ve a ninguna otra diosa en el trance del parto más que a Leto.

El episodio recogido en el himno homérico finaliza con una curiosa alusión del poeta.

"Mas ¡ea! sedme propicios, Apolo, junto con Artemis, ¡salud a todas vosotras [las Musas]! Y en adelante, acordaos de mí cuando alguno de los hombres de la tierra, un extranjero que llegue aquí después de haber sufrido mucho os diga:
-¡Muchachas! ¿Quién es el más dulce varón de los aedos que aquí os frecuentan y con el que más os deleitáis?
Vosotras, todas sin excepción, responded elogiosamente:
-Un ciego. Habita en la abrupta Quíos. Todos sus cantos son por siempre los mejores. "
                                                                 Himno homérico III; a Apolo

Es certera así la alusión a Homero, el poeta ciego nacido en Quíos en el siglo XVIII que habría compuesto estos himnos y también la Ilíada y la Odisea, joyas de la poesía épica.
El poeta, como el adivino, es poseído por la divinidad en cierta forma al escribir. Por algo pedirían la inspiración de las hijas de Mnemósine al inicio de sus obras.
La ceguera es un motivo común a ambos, a la adivinación por Tiresias, y a la poesía por Homero. Uno es una figura mítica; el otro una persona que sí fuera real, pero la que, por la falta de datos sobre su vida, podría haber sido tan mítica como Aquiles o Héctor.
No es casual entonces, que ambas disciplinas las tutele Febo.

Juventud. Python y el oráculo de Delfos. Daphne.

La segunda parte del himno homérico pasa a relatar como Apolo tomó posesión del oráculo de Delfos que le pertenecía a Gea, o a Temis. El dios bajó a la tierra a buscar un lugar que lo agradara para construir su templo. Llegó primero a Telfusa, pero fue disuadido a favor de Delfos, al pie de la garganta del Parnaso
Cuatro días después de nacido, al llegar a Delfos asesinó a la monstruosa Python una serpiente (o dragón, los griegos no diferenciaban entre ambos) hija de Gea, que guardaba el oráculo. Para ello usó el arco y las flechas, armas que hasta ahora solo habían sido usadas para la caza y no como armas defensivas. Hera, nos dice Apolodoro, sabía por un oráculo, que un hijo de Leto mataría a Python y por ello habría tratado de impedir que ésta diera a luz. El ardid no funcionó y Apolo mató al dragón, al cuarto día de nacido
"Apolo y la Python" Grabado por H. Goltzius

En el himno homérico, la criatura es designada simplemente como "Dragona" y podría ser que Homero se acogió a la versión en la que la criatura era una hembra, llamada Delphine. Es asesinada cerca de la fuente que posteriormente sería consagrada a las Musas y recibiría el nombre de Castalia por la ninfa homónima que se zambulló en sus aguas para huir de las atenciones del dios.
El nombre homérico de Delfos es Pito, proveniente de éste dragón. Así, el dios recibiría el nombre de Apolo Pitio, y la sacerdotisa que, resguardada en el oráculo, recitaba los designios del Destino, Pitia o Pitonisa.
Una vez que hubo construido el templo, necesitaba de gente que oficiara en él. Entonces, divisando un barco en las cercanías, se lanzó al mar y tomó la semblanza de un delfín. (Por esto también se dice que recibió el nombre de Delfinio) Alcanzó el buque, que llevaba consigo marineros cretenses y los conminó a convertirse en oficiantes de su templo.


"-Extranjeros que antes habitaís Cnosso, la bien arbolada, pero ahora ya no os veréis ya más de regreso a tan encantadora ciudad, cada uno a sus hermosas moradas y con sus amadas esposas, sino que aquí ocuparéis un espléndido templo, el mío, honrado por numerosos hombres. Yo soy el hijo de Zeus, Apolo me glorío de ser. A vosotros os traje aquí por cima de la gran hondura de la mar, sin albergar malas intenciones, sino que aquí ocupareis un espléndido templo, el mío, muy honroso para los hombres todos; conoceréis las determinaciones de los inmortales y por la voluntad de éstos sereis por siempre continuamente honrados por el resto de vuestros días.
[...] Así como yo al principio en la mar nebulosa, asemejándome a un delfín, salté sobre el raudo bajel, así invocadme con el nombre de Delfinio[...]  "

                                                                  Himno homérico III; a Apolo


Tiempo después, observó al hijo de Afrodita, a Eros, llevar tranquilamente el arco y las flechas. Febo habíase vuelto muy orgulloso tras matar a Python y pensaba que solo él era digno de llevar tales armas. Se burló pues, del hijo de Afrodita, diciéndole que haría mejor en dejarle tales armas a un hombre (se sobreentiende que estamos delante de la una de las versiones en las cuales se retrata a Eros como un niño)

"Apolo y Daphne", Gian Lorenzo Bernini.
Éste se enoja y le atraviesa el pecho con una de sus flechas, provocando que sintiera un amor abrasador por la primera mujer a la que viera tras ser impactado por la flecha. La elegida resulta ser Daphne, una ninfa dríade hija del río Peneo, que había jurado mantenerse virgen.
Eros entonces, atraviesa el pecho de la ninfa con una flecha. Pero esta vez, no tiene punta de oro, sino de plomo, y no provoca amor, sino odio.

La ninfa huye de él, pues, no queriendo tener nada con él. La persigue por mucho tiempo, hasta que ella suplica al Peneo que le cambie aquel cuerpo, con el cual ha sido demasiado deseada. En su lugar queda un árbol que desde ése día se llamará Daphne, esto es laurel, pues tal significa tal nombre en la lengua griega. Apolo consagra el árbol a él.
Por eso dicen que el primer amor de Apolo fue el árbol de laurel.


Asclepio y Admeto

Apolo tuvo de Corónide a Asclepio. Tras la muerte de la madre, llevó al niño con Quirón para que le enseñara sus artes. El muchacho heredó las dotes médicas de su padre y se volvió tan diestro en el arte de la curación que incluso fue capaz de resucitar a Hipólito, el hijo de Teseo.
Al ver esto, Zeus y Hades sintieron temor; el primero de que aquello causara un desequilibrio en el cosmos y el segundo de quedarse sin súbditos si es que el joven seguía resucitando a la gente.
Cuando Zeus asesinó a Asclepio, Apolo, en venganza, asesinó a los Cíclopes. Por ello, debió haber sido desterrado al Tártaro, pero la intervención de Leto logró salvarlo de ése destino. En cambio, fue enviado a servir a un hombre durante el espacio de un año.
Escogió como destino Feras y al hombre al que le serviría era el rey del lugar, Admeto. El rey trató gentilmente al dios y le dio un buen trato en el tiempo en que estuvo bajo su mando. Apolo, agradecido, le otorgó grandes beneficios, e incluso se dice que lo ayudó a conseguir a la doncella que sería su esposa, Alcestis. Esto contrasta con el hecho de que Apolo se habría enamorado de Admeto, pero habría decidido callarlo en aras de no intervenir con su felicidad.

"Invocamos también a Apolo como Nomio desde que en las riberas del Anfriso, cuidaba de las yeguas de tiro, ardiendo de deseo por el joven Admeto.
Fácilmente, el ganado se multiplicará, y las cabras de los rebaños no carecerán de crías. Apolo fija en ellas, mientras pacen, sus ojos. Las ovejas darán leche y no permanecerán estériles, y todas tendrán descendencia, y la que parió una cría, dará a luz en seguida, gemelos"
                                                            Calímaco. Himno a Apolo.

Cuando Admeto enfermó de gravedad, el dios, desesperado, intentó revertir la suerte de aquel a quien le tenía tanto aprecio.
Zeus le negó cambiar el destino de Admeto pero, para tranquilizar a su hijo, le dijo que éste se salvaría si alguien más tomaba su lugar. Al final la única con el suficiente valor de sacrificarse por él fue su esposa Alcestis.


Niobe 


Niobe era hija de Tántalo. Casada con Anfión, reinaba en Tebas. 
Envidiosa del culto que le daban a Leto, creyéndose ella más digna de tal, se burló de la diosa por solo haber tenido dos retoños, mientras que ella había tenido siete varones y siete hembras. Diçho esto, prohibió los cultos a la diosa. 
Ésta, ofendida, acudió a sus hijos para que vengaran el agravio. 

"La diosa se indignó y en la cima del Cinto habló con sus hijos de éste modo:
-He aquí que yo, vuestra madre, orgullosa de haberos dado el ser, que no cedo ante ninguna diosa, excepto Juno, dudo de si soy una diosa; seré apartada de los altares en los que he sido venerada durante todos los siglos, ¡oh, hijos!, si vosotros no me socorreís. Y no es solo éste dolor: al horroroso hecho, la hija de Tántalo ha añadido la afrenta y se ha atrevido a posponeros a sus hijos y dijo que yo, lo cual recaiga sobre ella, no tenía descendencia, y ha mostrado con perfidia la lengua paterna"

                                                               Ovidio, Las Metamorfosis
Apolo y Artemis asesinan a los Nióbidos. Autor desconocido

Seguido de eso, ambos dioses se proponen a castigar semejante afrenta. Sigue la narración de la muerte de los siete hijos varones. El último en pie clama por misericordia y logra mover a piedad el corazón del dios, pero es demasiado tarde: la saeta ya ha sido disparada.

Todavía le quedan fuerzas a Niobe para hablar con soberbia en contra de Leto: Tiene aún siete hijas, más que los de la titánide. La alegría le dura poco, pues ahí mismo, frente a sus ojos, Artemis asesina a sus hijas. La madre intenta proteger a su último retoño, la más pequeña, y suplica que le dejen al menos a una sola de sus hijos. Pero Artemis no escucha, y la pequeña sigue a sus hermanos rumbo al Hades.

Es entonces cuando la desgraciada se encuentra de repente sin hijos, y viuda, pues su marido se ha quitado la vida, desesperado. Se va hacia el monte, llorando sin cesar y se transforma en piedra. Sus lágrimas siguen fluyendo y forman el río Aqueloo.

Y con esto cierro la primera entrada dedicada al dios de Delfos. La próxima semana le tocará el turno a sus esferas de influencia. Espero que hayan aprendido algo nuevo


Torso Apolo de Belvedere




               

viernes, 21 de agosto de 2015

Afrodita

"Ante todo existió el Caos, y después Gea, de ancho pecho, morada segura y perenne de los inmortales que habitan las cumbres del nevado Olimpo; el tenebroso Tártaro, en lo profundo de la espaciosa tierra; y Eros, el más bello de los inmortales dioses, que  libra de cuidados a todas las deidades y a todos los hombres, y triunfa de su inteligencia y de sus prudentes decisiones[...]"
                                                                                        Hesíodo, La Teogonía, v. 116/122

La diosa Afrodita es una figura muy interesante dentro de las deidades olímpicas de las que dice Hesíodo, habitan las nevadas cumbres de la montaña homónima, la más alta de Grecia.
Es la deidad tutelar de la sexualidad, la belleza femenina y la fertilidad. Por tanto, también está estrechamente ligada a la maternidad, aunque no la tutela exactamente.

Su nacimiento es igualmente extraordinario, aunque entre los dioses son comunes estas cosas. Hesíodo relata así su nacimiento, después de que Cronos emasculara a Urano y los genitales de éste cayeran al mar:

"[...]hasta que la carne inmortal se cubrió de blanca espuma y surgió una joven, que se dirigió primero a la sagrada Citera y más tarde a Chipre, situada en medio de las olas. Al salir del mar la veneranda deidad, brotaba hierba doquier donde ponía sus hermosas plantas. Los hombres la llaman Afrodita, porque se nutrió en la espuma[...] Acombañábala Eros y seguíala el hermoso Hímeros, cuando, poco después de nacer, se presentó por vez primera al concilio de los dioses." 
                                                                    Hesíodo, La Teogonía, v. 191/196 y luego 201/204

'Ἀφροδίτη' significa "nacida de la espuma" y la genealogía que comúnmente se le da de acuerdo con ello es la anteriormente citada: Hija de Urano (o de los genitales de éste, si nos ponemos más literales) y la espuma del mar. Es, por tanto, una diosa titánide, tía de los hijos de Cronos, y la única de su generación que logró un puesto entre los dioses olímpicos.

Homero le da un origen distinto y no tan extraordinario: Es hija de Zeus y de la ninfa Dione, por tanto una más de los numerosos hijos del rey de los dioses. El significado de su nombre pierde fuerza aquí. junto con la geneaología homérica.

Relación con Eros y los Erotes

Afrodita está, desde siempre, estrechamente relacionada con Eros, el Amor, la fuerza de unión de las cosas, la pulsión de la vida. Ya sea con el Eros primigenio, que surgió del Caos, la acompañó al nacer y se encarnó en ella, del que nos cuenta Hesíodo; o el niño mofletudo y alado que dispara sus flechas contra mortales y dioses del que hablan los autores helenísticos y romanos, que también, como en el relato de Psique, es un bello joven, al que tuvo con Ares.
Afrodita. Por Genzoman


Hay que diferenciarlos a ambos, ya que no son la misma deidad. Uno es una de las deidades primigenias y la otra surgió en tiempos tardíos de la época helenística y luego de la conquista romana sobre Grecia.

Los Erotes (gr. ἔρωτες) eran dioses alados del amor en la mitología griega. Estas deidades eran los compañeros del dios Eros y se dedicaban a las gráciles tareas del cortejo y de la unión amorosa. Según unos mitos, eran los hijos de Afrodita, según otros, formaban parte de su séquito. Son los Cupidos o Amoretti de la mitología romana. El término colectivo ἔρωτες - erotes es simplemente el plural de ἔρως - eros, o "deseo".
El nacimiento de Venus. Sandro Boticelli
                             

Hesíodo sólo describe a Eros (dios del amor) y a Himeros (dios del deseo sexual), que estuvieron presentes en el nacimiento de Afrodita. Más tarde se añadió un tercero, Potos (dios de la añoranza, la melancolía y la pasión), formando una tríada. Posteriormente aparecieron, Hedílogos (dios de la adulación), Peito (diosa de la persuasión), Anteros (dios del desamor), Himeneo (dios de los cantos nupciales y el matrimonio) y Ganimedes (aunque no es un Erote, y, en sentido estricto, tampoco un dios, recibió culto en algunas regiones como dios del amor homosexual).

Habría dos Eros entre los Erotes: El ente primordial, y el dios del amor, hijo de Afrodita y Ares.

Afrodita y el sexo


Afrodita es la diosa de la sexualidad y como tal tutela todo el tipo de asuntos que están relacionados con el acto sexual.
Aquí hay que destacar que se refiere al acto sexual como un acto que origina la vida, pues encima de todo lo que sucede cuando los seres vivos tienen sexo es que se origina otra vida. El instinto sexual es quizás uno de los más misteriosos que existen, pues no se puede explicar porqué se siente deseo por una persona en específico ni tampoco describir satisfactoriamente cómo se siente o como es. Es una experiencia mística.      
Los griegos diferenciaban el tener sexo por placer o por el deber de tener descendencia. Buscaban el primero en los hombres, por lo que era común que los jóvenes efebos tuvieran un mecenas, mucho mayor en edad,  es decir un tutor que les enseñaba diferentes disciplinas, que frecuentemente se convertía en su amante también. El matrimonio era considerado "un mal necesario", es decir, algo que se reservaba solo para perpetuar la descendencia.
Por lo tanto la prostitución femenina, aunque solicitada, no lo era demasiado, los hombres no buscaban el placer en las mujeres, como lo hacen hoy en día.
Afrodita Cnidia. Praxíteles

En los templos de la diosa se practicaba la prostitución ritual como una forma de adoración al sexo como un ritual que originaba la vida, en su sentido más sagrado y primordial. Un aspecto universal del culto de Afrodita y sus predecesoras que muchos mitógrafos de los siglos XIX y XX han omitido es la práctica de la prostitución religiosa en sus santuarios y templos. El eufemismo griego para estas prostitutas es hieródula, ‘sierva sagrada’. Esta costumbre fue una práctica inherente a los rituales dedicados a las antecesoras de Oriente Medio de Afrodita, la sumeria Inanna y la acadia Ishtar, cuyas meretrices de los templos eran ‘mujeres de Ishtar’, ishtarium. Esta práctica ha sido documentada en Babilonia, Siria y Palestina, en ciudades fenicias y en la colonia tiria de Cartago, y para la Afrodita helénica en Chipre, el centro de su culto, Citera, Corinto y Sicilia. Afrodita es en todas partes la patrona de las heteras y cortesanas.
En época helenística las esculturas empezaron a acogerse al desnudo femenino. Así, esta diosa era comúnmente representada desnuda, y eso la diferenciaba de otras diosas. La desnudez remite al estado más primordial del ser humano y está estrechamente ligada al acto sexual. Y como el sexo originaba la vida, Afrodita también recibía el epíteto de "Genetilis" que significa "de la maternidad" Su contraparte romana, Venus, también recibía un epíteto similar "Genetrix", como madre del pueblo romano.

Afrodita y la maternidad


La maternidad en Afrodita está más presente que en otras diosas. Aunque no fue la única que mostró preocupación por sus hijos en los mitos, ni tampoco la única en ser madre, es a la que más se le suele representar en diversas obras, plásticas y literarias en compañía de sus hijos, especialmente del pequeño Eros.
Una de las claves para identificar a la diosa en pinturas, sobre todo de épocas modernas, donde las diosas se representaban desnudas sin distinción alguna era la compañía de Eros, frecuentemente apostado al lado de su madre o agarrado a sus piernas.
En varias obras del mundo antiguo, como Los diálogos de los Dioses, de Luciano de Samosata, Las Argonaúticas, de Apolonio de Rodas, o Las Metamorfosis, de Ovidio es común ver a Afrodita interactuando con Eros. En la obra de Apolonio, incluso lo describe, en una actitud materna muy típica, como un niño caprichoso y rebelde que nunca le hace caso.


En el mito de Psique, se nos presenta a un Eros ya adulto. Cuando la joven cae en un sueño profundo por la caja de belleza de Perséfone, Eros limpia el sueño de sus ojos y le ruega a Afrodita que por favor lo deje casarse con ella. La diosa cede a la súplica de su hijo, reconociendo que es más importante la  felicidad de su hijo, y admirada por el valor de la joven, que fue capaz de ir al Inframundo por causa de Eros.

En la Ilíada, resulta herida al proteger a su hijo Eneas de Diomedes. En la Eneida, a Venus se la retrata asumiendo un papel similar al de Athena en la Odisea, guiando y protegiendo a Eneas de los peligros de su viaje. En Las Metamorfosis, Ovidio la retrata rogándole a Júpiter que por favor le conceda la inmortalidad a Eneas, para que éste no tenga que conocer la muerte.

Afrodita y Ares

La diosa está estrechamente relacionada al brutal dios de la guerra. Comúnmente se los representa como amantes, él es quién comparte su lecho en una relación adúltera, pues ella está casada con Hefestos.
Sin embargo, ambos son, si se quiere bastante opuestos. ¿Cómo llegó Ares a atraer la atención de Afrodita?
En el fragmento 28 de la Anacreóntica, se relata que Ares, como hiciera Apolo, se burló del arma de Eros (aquí hay que suponer que se refiere al Eros primordial, pues el otro, como se ha mencionado, es hijo suyo con Afrodita). Éste solo contestó: "Ésta es pesada, tómala y verás" Ares tomó la jabalina y constató que su peso era considerable. "Es pesada, tómala de vuelta"
Mientras, Afrodita sonríe quedamente. "Quédatela" contesta Eros. Luego, presumiblemente une a Afrodita y a Ares en amor.

La relación entre ellos parece pues, haber iniciado antes del matrimonio de ésta con Hefesetos. Ella habría consentido en dar su mano al que trajera al desdichado Hefestos de vuelta al Olimpo segura de que el triunfador sería "su amado" Ares. Desafortunadamente, Dionisos sería quién lo trajese y Hefestos habría reclamado para él mismo la mano de la diosa.
Con Ares habría tenido la mayor cantidad de hijos, siendo su número el doble de tres (siete, si se cuenta a Potos): Eros, Anteros, Phobos, Deimos, Himeros y Harmonía.

En relación con Ares, habría que examinar cuidadosamente otra faceta de la diosa: La de la representación de la mujer libre. Libre en el sentido de que no se subordina a ningún hombre en ningún momento. Pasando por Ares, hasta sus amantes mortales, Adonis y Anquises, es ella la que los busca. A Adonis lo encuentra y se enamora de él, y a Anquises lo visita bajo la forma de una joven.
De Ares, como hemos dicho, se enamoró por causa de Eros, pero aún así es él el que recibe la etiqueta de "amante de Afrodita" y no ella la de "amante de Ares"
Venus y Marte. Autor desconocido.




Veamos lo que pasa cuando ella se sujeta a la voluntad de los hombres.
El único caso es cuando Zeus la obliga a casarse con Hefestos, ya sea en castigo por la creciente vanidad de la diosa o como un favor hacia el dios a cambio de liberar a Hera del trono de oro donde estaba encadenada.

Como se sabe, aquel matrimonio no termina bien: Ella engaña constantemente a Hefestos y cuando éste la sorprende en flagrante adulterio con el dios de la guerra, solo obtiene las burlas de los dioses presentes.


Afrodita y la belleza

Afrodita es la diosa de la belleza femenina y como tal, se cuida de trabajos, permaneciendo en reposo, cuidándose de trabajos que afeen su rostro. Solía enfurecerse con frecuencia si encontraba alguna competidora en tales rumbos. Sucedió así con Psique, a la que intentó eliminar por celos a la belleza de la muchacha, que a los ojos de los hombres que la rodeaban, era más hermosa aún que Cipris, por lo que olvidaron darle culto a la diosa y ésta, furiosa, envió a Eros a eliminar a la muchacha. En la obra de Luciano de Samosata, Diálogos de los dioses, cuando los dioses observan a Ares y Afrodita atrapados por la red de Hefestos, Apolo le susurra a Hermes "No me importaría estar en el lugar de Ares en éste momento" Hermes solo se ríe. La indirecta de Febo es clara. ¿Qué importa la humillación si tienes al lado a la más bella de las diosas?
Afrodita. Antonio Canova

El episodio más famoso referente a la belleza de la Urania, sucedió en la boda de Thetys y Peleo, cuando Eris, despechada, arrojó la famosa manzana áurea (cabe mencionar que a Afrodita se la llama "áurea" con frecuencia) que estaba destinada a la más bella. Incapaz de elegir entre las tres diosas, una de las cuáles era su propia esposa, Zeus se las envía a Paris para que él decida. Él escoge a Afrodita, lo que a la larga desencadenaría la Guerra de Troya.

"Ni siquiera cuando, en el Ida, juzgaba el Frigio la querella divina, se miró la gran diosa en el espejo de latón, ni en las diáfanas corrientes del Simunte; tampoco lo hizo Hera. Pero Cipris, usando con frecuencia el reluciente espejo de bronce, dos veces se rehízo el mismo bucle de sus cabellos"
                                                                                        Calímaco, Himnos. Al baño de Palas.  

El juicio de Paris. Peter-Paul Rubens

Como conclusión podríamos decir que Afrodita es una diosa muy compleja, muy alejada realmente de lo que la cultura popular piensa de ella y que representa cosas tan misteriosas como la influencia sexual, el origen de la vida misma y la maternidad.

Venus de Milos.
Glosario:

- Experiencia mística: Según el psicoanálisis, las experiencias místicas son aquellas que trascienden el entendimiento del ser humano; es decir, aquellas que no pueden ser explicadas, como el acto sexual.

- Efebo: (del latín ephēbus, y éste del griego εφηβος) es una palabra griega que significa adolescente. En la Antigua Grecia solía aplicarse a los varones desde los 15 a los 18 años, aunque en Atenas eran los varones de 18 a 20 años, que eran instruidos en la efebeia, una especie de servicio militar. El dios Apolo era comúnmente representado como un efebo.

-Cipris (gr. Κύπρις) 'de Chipre' Nombre que se le daba en referencia a su relación con dicha región.

-Fuentes:

Apolonio de Rodas, Argonaúticas, Las. Editorial Gredos SA. Madrid, España. 1996

Hesíodo,Teogonía, La. Edicomunicación, SA, Barcelona, España. 1995

Homero, Ilíada, La. Edicomunicación, SA, Barcelona, España. 1997

Ovidio, Metamorfosis, Las. Editorial Porrúa SA. México DF. 2013

Luciano de Samosata, Diálogos de los Dioses, Los. Material extraído de la antología entregada para el curso de Mitología Griega en el primer semestre del 2012

Calímaco, Himnos. Material extraído de la antología entregada para el curso de Seminario de Literatura Griega en el primer semestre del 2015

Virgilio, Eneida, La. Grupo Editoria Tomo SA. México DF. 2010

Fuentes online:

Ares Loves: Aphrodite.

Recuperado de:

http://www.theoi.com/Olympios/AresLoves.html#Aphrodite




viernes, 14 de agosto de 2015

Disney's 'Hercules' y el mito de Heracles

Últimamente es frecuente encontrarme con la gente que se queja de las adaptaciones al cine de libros o leyendas famosas, por ser éstas "poco fieles" a la obra original.
El asunto se pone más peliagudo cuando se trata de películas animadas para niños, pues la obra debe adaptarse a las necesidades de éste tipo de público, eliminando o modificando los aspectos más "escabrosos" que son contenidos en ellas.

Generalmente, el referente suelen ser las obras de la compañía Disney ya que, curiosamente, la mayoría de los relatos en los que se basan para hacer sus películas tienen ciertos aspectos en su trama que los hace más oscuros y poco recomendables para los niños.
Tal es el caso de La Cenicienta, donde la madrastra mutila a sus hijas para que puedan calzar la zapatilla. En la versión del italiano Giambattista Basile (Pentamerón, 1634) un rey encuentra a la Bella Durmiente, llamada Thalía, mientras esta duerme y la viola. Ella alumbra gemelos posteriormente. En La Sirenita, la protagonista no consigue el amor del príncipe y se vuelve espuma. Se debería tener muy presente que la película es dirigida a niños, no a adultos.
El caso de Notre Dame du Paris, es quizás en el que más trabajo tuvieron que hacer pues la novela de Víctor Hugo ofrece un contenido demasiado oscuro para el público infantil. Aún así, la película es una de las mejores del llamado Renacimiento de Disney. 
Una de las tareas que podemos desempeñar los filólogos es identificar la influencia clásica en la actualidad, ya sean obras artísticas, o hechos culturales que heredamos de la cultura grecorromana ya sean explícitas o implícitas. El post de esta semana está dedicado a uno de estos análisis en cuestión, del que me di cuenta mientras veía la película y fui cayendo en la cuenta de ciertos detalles




Hércules


En 1997, la compañía Disney se lanzó a adaptar el mito del que quizás es el más grande de todos los héroes de la mitología griega: Heracles, conocido por su fuerza sobrehumana y sus famosas labores. Aunque la película en sí también contiene aspectos de la mitología griega en general, que no se le aplican a Heracles, como la aparición de monstruos como Gorgonas y el Minotauro o la inclusión del caballo alado Pegaso, (en la serie de televisión homónima hay muchísimas más de estas referencias) también ha recibido críticas variadas de parte de la gente que la ha visto.
Considero que algo bueno de las redes sociales es que se puede acceder a una cantidad muy variada de opiniones y puntos de vista. En lo referente a ésta película he visto que muchos la han acusado de "inexacta" al mito, suavizada, etc...
Aquí habría que ver si de verdad sería tan plausible incluir aspectos del mito como un Zeus que le es infiel a su mujer e impersona al esposo de otra para poder acostarse con ella, a una Hera despiadada y vengativa o a un Heracles que se volvió loco y mató a su esposa e hijos.
Un día, viendo la película empecé a caer en la cuenta de las coincidencias que tenía verdaderamente con el mito y de que talvez no sea tan inexacta como los (llamémoslos así) "puristas" pretenden que es. Recordemos que es una adaptación, no tiene porqué ser exacta. Así pues, recopilaré algunos puntos que logré conectar entre la película y el mito. Y cabe destacar que usaré el nombre griego, pese a que en la película se usa el romano. Vamos allá.

"Hércules" y el mito de Heracles.


El mito nos dice que Zeus, sintiendo deseo por Alcmena, tomó la forma del esposo de ésta, el rey Anfitrión de Tebas, y yació con ella alargando la noche tres veces la duración normal. Luego, la celosa Hera trató de impedir el nacimiento del niño impidiéndole a Alcmena dar a luz. Esta treta no funcionó, y cuando el niño tenía ocho meses hizo un nuevo intento, le envió dos monstruosas serpientes que el infante trenzó como si fueran cuerdas.

En la película, Heracles es hijo de Zeus y Hera, nacido dios. El enemigo esta vez no es Hera, sino Hades, el dios del Inframundo, que quiere ocupar el lugar de Zeus en el Olimpo y teme que su sobrino sea un obstáculo. Al enterarse de que lo será, manda a sus secuaces a secuestrarlo y administrarle una pócima que lo volverá mortal. Cuando eso suceda, deben matarlo. Le dan de beber la pócima pero antes de que bebiera la última gota, son interrumpidos por un par de campesinos. Gracias a esta última gota que no tomó, conservó su prodigiosa fuerza. Pena y Pánico intentan matarlo de todas formas, convirtiéndose en serpientes, pero el niño juguetea con ellos como con un par de cuerdas...como en el mito.


Los ancianos que lo recogen reciben el nombre de Anfitrión y Alcmena, como su padre adoptivo y su madre, respectivamente. Ellos lo crían hasta que el joven, cansado del rechazo que recibe de la sociedad, se marcha en búsqueda de su lugar en el mundo. Así se entera de que su padre es Zeus y de que alguien lo volvió mortal. Cabe destacar aquí un dato cultural, la colosal estatua del padre de los dioses con la que habla Heracles está construida a semejanza de la famosa estatua crisoelefantina obra de Fidias que fue una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo; el Zeus de Olimpia.


Luego de esto, es enviado a buscar a Filoctetes, el entrenador de héroes que tiene un sueño: Entrenar al héroe más grande que haya existido y que los dioses creen una constelación en su honor. Cabe destacar que Heracles es realmente, el arquetipo de héroe en el pensamiento mítico y una de las 88 constelaciones recibe su nombre. De vuelta a Filoctetes, era un amigo del héroe y le fueron entregados su arco y flechas cuando éste falleció.  Eran famosas por nunca errar el blanco.



Luego de esto termina su entrenamiento y se encamina hacia la ciudad de Tebas, conocida por ser fuentes de problemas. En ésta ciudad nació en realidad el héroe y pasó su juventud y posiblemente temprana adultez en campañas militares a favor de ésta ciudad. 



En un punto recibiría la mano de Megara, la princesa corintia en pago por un favor. Con ella tendría tres hijos. La asesinaría junto con sus hijos debido al ataque de locura que le infundió Hera (aunque en algunas versiones sobrevive)  En la película, Megara (también llamada 'Meg') es el interés amoroso del protagonista. Eventualmente muere, tratando de proteger al héroe de ser aplastado por una columna, aunque es revivida. El episodio en el que se conocen, remite a otro aspecto del mito del héroe: Una vez quiso cruzar un río, pero Deyanira, su esposa, no podía cruzarlo sola. Un centauro llamado Nesso, se ofrece a cruzar a la joven, pero en realidad intenta violarla. En la película, el centauro (que casualmente se llama Nesso y es guardián de un río) parece estar haciéndole una preposición indecorosa a Megara, a juzgar por el hecho de que le pregunta "si le gusta" y la cara de asco que hace ella. Más tarde diría "Hice todo lo que pude, pero me hizo una oferta que tuve que rechazar" ¿Qué oferta es ésa?  




Los doce trabajos


Por supuesto, no podían faltar las menciones a los doce trabajos el aspecto que quizás es el más llamativo del mito de Heracles. Aquí me limitaré a mencionarlos. Cabe decir que no aparecen todos.

-Su primer trabajo:

El león de Nemea

- Su segundo trabajo:

La hidra de Lerna

-Su cuarto trabajo:

El jabalí de Erimanto


 -Su sexto trabajo:
Capturar a los pájaros de Estínfalo


 - Referencia a su iconografía más clásica: Garrote y la piel del león de Nemea. Mención a su quinto trabajo, limpiar los establos de Augías, "A las seis, cita con el rey Augías. Tiene problemas con sus establos..." y su noveno trabajo, robar el cinturón de Hipólita, reina de las amazonas, "A las tres, cita con las amazonas..."


Su último trabajo:
Dominar al can Cerbero y llevarlo a la superficie. En ésta escena, se acerca a Hades y lo toma por el cuello de la túnica. Cabe destacar que según una de las versiones de éste trabajo, el héroe tuvo que enfrentarse al mismísimo dios para poder llevarse a Cerbero.


La película concluye con la ascensión del héroe al Olimpo, en premio por su gran corazón. Él decide quedarse con Megara en la Tierra. La escena en la que abraza a su madre Hera, también remite a la reconciliación que tuvo con la diosa después de ascender a la morada de los dioses. Siendo su verdadero nombre "Alceo" adoptó el nombre "Heracles" (gr. Ἡρακλῆς,"gloria de Hera" )  por consejo de Apolo. Es entonces cuando se casa con Hebe, la diosa de la juventud.

Dejo a decisión de los lectores si ésta película es realmente inexacta al mito o no. Cada quién tiene sus criterios en cuanto a estas cosas se refiere. En lo que a mí respecta es muy especial para mí, pues significó el primer contacto que tuve con ésa disciplina tan fascinante que es la mitología griega, sus dioses, héroes y leyendas.


Fuentes:
-Disney, 'Hércules'. Disney Co. 1997. Directores: John Muskers y Ron Clemments.


domingo, 2 de agosto de 2015

El Panteón Romano.

"Existe un tópico conocido: Afirma que la mitología romana es un plagio o continuación de la griega con nombres latinos. Tal afirmación no es exacta y encierra solo una parte de la verdad. La mitología romana posee mucho de original y quién se precie de haber profundizado en el mundo helénico, hará bien en adentrarse en el romano para poseer una visión completa y acabada de eso que los eruditos han llamado "Mitología Clásica" 
                                                Francesc-Lluis Cardona, Mitología Romana 

La cultura romana en general parece haber recibido en sus inicios influencia del pueblo etrusco, otra de las culturas que habitaban el valle del Lacio, no de Grecia. 
  
  Etruria 

 Etruria, también llamada frecuentemente en textos griegos y latinos Tyrrhenia o Tirrenia, fue una antigua región histórica situada en el centro de Italia, en las regiones de Toscana, Lacio y Umbría. El topónimo deriva de los etruscos o tirrenos, los pobladores que se asentaron allí creando una poderosa confederación o anfictionía, la llamada Dodecápolis etrusca. El territorio etrusco en 750 a. C. y su máxima expansión c. 500 a. C. Tal confederación lo fue de las ciudades-estado independientes más importantes de Italia central y septentrional, hasta su caída ante Roma, en el siglo III a. C. Etruria fue dominante en la península itálica desde el año 650 a. C. Su expansión incluyó el valle del río Po, y se extendía hasta las colonias griegas situadas al sur de Italia. Los reyes etruscos conquistaron y dominaron Roma por un siglo, hasta que en el 509 a. C. fue expulsado el último rey etrusco Tarquinio el Soberbio y la República Romana fue establecida. Se considera que los etruscos son los responsables de transformar Roma de un pequeño pueblo a una gran ciudad. También son responsables de crear la primera gran vía de Roma, la Vía Sacra, así como templos y mercados. Los etruscos influyeron en gran medida en la difusión de la cultura griega en Roma, en los dioses del Olimpo y en el alfabeto fonético (tomado de Italia). Influiría notablemente en el marcado carácter supersticioso del pueblo romano. 

  Mitología etrusca 

 La mitología y religión de los etruscos también influenció en gran medida las creencias romanas (y se cree también las griegas) Tenían fama de ser muy religiosos y supersticiosos. Prácticas como la astrología y la adivinación, que en Roma luego fueron muy respetadas, llegó a los latinos por medio de Etruria. Incluso se prefería a los arúspices etruscos, más experimentados que los romanos en cuestiones de interpretación de prodigios y las entrañas de los animales usados en los sacrificios. Hay motivos para creer que los etruscos, al igual que los cretenses, creían en una sola divinidad que se desdoblaba en numerosas personalidades, masculinas o femeninas. Así surgió el dios supremo, portador del rayo, Tin, la diosa del amor, Turan, o la diosa Lasa, de la que surgieron ciertos espíritus femeninos, los lasae (Lluis Cardona; 2011; 83) La influencia helénica aceleró los procesos de unificación y sincretismo en la creación de grandes divinidades. Las divinidades etruscas se identificaron entonces con las divinidades romanas. Asimismo, algunos de los nombres de los dioses latinos derivaron de sus equivalentes etruscos. Algunos ejemplos son: 

 Tin (o Tinia) = Iuppiter 
 Uni = Iuno 
 Menerva (o Menvra)= Minerva 
 Sethlans = Vulcanus 
Turms = Mercurios 
Turan = Venus 
 Maris (o Mamers) = Mars 
Nethuns = Neptunus 
 Fufluns = Bacchus 
 Thesan = Aurora 

Aunque el panteón etrusco también recibió influencia griega por causa del helenismo; es notable también la influencia que tuvieron sobre los romanos y sus creencias. Por la cercanía territorial, es muy posible que de los etruscos descendieran los romanos. Pero éstos, que consideraban a los etruscos unos bárbaros no gustaban oír hablar de eso. En su lugar, preferían que se dijera que los romanos eran descendientes de los troyanos; creencia que se apoya en la leyenda de la llegada de Eneas al Lacio proveniente de Troya, relatada en La Eneida, de Virgilio. De Eneas descenderían Rómulo y Remo y del hijo de éste Iulo, tomaría nombre la familia Iulia, de la que descendió Julio César. 

  El Panteón Romano 

 Después de esta breve introducción ahora sí nos dedicaremos a cada uno de los dioses que conforman el panteón de la religión romana. Cabe recordar que el panorama religioso de Roma llegó a ser muy extenso en épocas del Imperio, debido a la expansión y a que preferían dejar que los pueblos conquistados siguieran su fe y creencias, incorporándolas al panteón en lugar de imponer la religión propia. Ese es uno de los motivos por los que se extendió tanto y por tanto tiempo. Aquí se hablará solamente del panteón principal, el más conocido y fácil de identificar. 

  SATURNO

Una de las más antiguas divinidades itálicas. Su nombre figuraba ya en los cantos salios, y las Saturnalias, las fiestas en su honor, se remontaban a épocas remotísimas. Enseñó a los hombres el arte de la agricultura y las artes de la tierra. Posteriormente se contaminó de influencia griega y adquirió las características del titán Cronos, pasando a dominar el tiempo y a ser el padre de Júpiter. Incluso se cuenta como llegó al Lacio después de ser desterrado de Grecia. Bajo su mandato se vivió la Edad de Oro, a la que se creyó haber vuelto en tiempos de Augusto.
 

  JUPITER 

 Es el líder de los dioses del panteón romano. Como para los romanos no era importante la genealogía de un dios, sino sus funciones y su nombre, no se suele dar importancia a ésta. Conformó las dos tríadas más importantes del panteón: la Capitolina, junto con Quirino y Marte, y la Primitiva, junto con Juno y Minerva. Homólogo del dios etrusco Tinia. Dios de los Cielos, es la divinidad por excelencia del panteón romano, rector de la luz del día, del tiempo atmosférico, el rayo, el trueno y la lluvia. Ciertos árboles, como los robles, le estaban especialmente consagrados. Paralelamente al poder y la importancia de Roma, la importancia de Júpiter fue creciendo hasta volverse Iupiter Optimus Maximus (Júpiter, el Mejor y Mayor de Todos) Así adquirió el carácter de líder del consenso de dioses (Dii Consensi) Los emperadores disfrutaban de ponerse bajo su protección y nunca faltaba el que dijera ser su encarnación. Como no poseía genealogía alguna, se le dio la del Zeus griego. Por tanto, se volvió hijo de Saturno y Ops, hermano de Juno, Ceres, Vesta, Neptuno y Plutón. 

  JUNO 

 Deidad itálica por excelencia. Reina del cielo, de la luz, de la mujer y de la unión legítima. Homologada a la etrusca Uni, era una diosa celeste y lunar entre los pueblos itálicos. Bajo el nombre de Iuno Lucina, presidía los partos. También era la diosa de los buenos consejos (Iuno Moneta) y una diosa compasiva (Iuno Sospita) Generalmente no era una diosa de carácter funesto, a diferencia de su homóloga griega. El único episodio conocido de un arrebato de odio, fue contra Eneas, por el enconado odio que le tenía a los troyanos. Ella es sabedora de que no puede impedirle a Eneas que funde la ciudad que, según los designios, está destinada a ser más grande que Troya, pero se conforma con dificultarle al héroe su viaje hacia el Lacio. Por ella se llama a uno de los meses del año, el mes de junio (en inglés, June) 

  MINERVA 

 Diosa de origen propiamentre itálico o indoeuropeo. Identificada con la etrusca Menvra, también recibió mucha influencia de la Athena griega. Es la diosa del intelecto, las técnicas de la guerra y la patrona de los artesanos. A diferencia de su homóloga griega su carácter tiró más hacia lo artesano. Los estudiantes le llevaban ofrendas en metálico para que los ayudara en sus estudios Formaba parte de la tríada capitolina junto con Júpiter y Juno. Como Minerva Medica, era diosa de la medicina.

  VULCANUS 

 Dios del fuego y la metalurgia. En un principio fue una divinidad itálica muy venerada por los etruscos. La tradición dice que fue Rómulo el que construyó el primer templo del dios. Esposo de Venus, tras las guerras púnicas, su figura se fue identificando cada vez más con la del griego Hefestos. En la Eneida, a petición de Venus, le fabrica un escudo a su hijastro Eneas, para ayudarlo a vencer a Turno, el líder de los rútulos, en reemplazo del que él perdió cuando murió Palante. A diferencia de Hefestos, que es solo hijo de Hera y es despreciado por ésta, Vulcano es hijo de Júpiter y Juno y no es despreciado por sus padres. Es la representación de las erupciones volcánicas y la palabra se desprende de su nombre.

    

MARTE 

 Divinidad propiamente itálica, que fuera de Roma era llamado Mamers, y entre los etruscos Maris o Mares. Primitivamente, debido al origen campestre de la ciudad, era un dios agrario al que se le añadió la calidad del dios de la guerra al identificarlo con el griego Ares. A diferencia de éste, si tenia una gran importancia en el panteón. Tampoco buscaba causar desordenes a través de la guerra, como su homólogo helénico, sino que más bien tutelaba la guerra "necesaria para la paz" o sea, la que se provoca por los procesos de conquista y colonización. Se le consagraba el comienzo de la primavera pues tras el invierno solían surgir roces y hostilidades. El mes de marzo (en inglés "March") el primero del año, se llamó así en honor suyo. Como dios agrario recibía el nombre de Mars Silvanus, se le sacrificaba la suovetarurlia (un cerdo, una oveja y un toro) Era el sagrado patrón de Roma, en calidad de padre de los gemelos Rómulo y Remo, a quienes tuvo de la vestal Rea Silva. El lobo le era consagrado. Como dios de las guerras, recibía el nombre de Mars Gradivus, venerado en el Campo de Marte donde poseía un altar. 



  DIANA 

 Divinidad itálica que los los romanos identificaron muy pronto con la griega Ártemis por contacto con las colonias helenas de Italia del Sur. Probablemente una Diana de origen sabino. A diferencia de Ártemis, no era una diosa de carácter lunar, siendo patrona solamente de la caza. Compartía con Juno el epíteto de Lucina, por lo que presidía los partos. Se supone que tenía un cierva consagrada a ella, poseedora de una milagrosa longevidad y relacionada a la conservación de la ciudad 

  VESTA 

Identificada con la diosa griega Hestia, cobró más importancia que su homóloga griega como diosa del fuego del hogar. Poseía un famoso templo circular en el Foro Romano donde estaba la Llama Eterna, símbolo del poder de Roma. Sus sacerdotisas, llamadas vestales, tenían la importante tarea de no dejar que esa llama se apagara nunca. Asimismo, debían conservar celosamente su castidad durante treinta años, finalizados los cuales, eran libres de casarse. Si faltaban a alguno de sus deberes eran duramente castigadas, como en el caso de Rea Silva que tras ser violada por Marte y haber dado a luz a los gemelos, fue enterrada viva. A Vesta le estaban dedicados todos los fuegos que se encendían en las casas y era velada como patrona de las labores domésticas, por lo tanto, era el deber de la esposa, darle el debido culto. 




  VENUS 

 Diosa itálica muy antigua, protectora de los huertos. Por expreso deseo de los libros Sibilinos fue asociada con el dios Marte con el que llevó a cabo la fecundación universal (s. III a.d.C) A partir de entonces se la identificó con la Afrodita griega. A finales del siglo II a.d.C se le consagró en Roma un templo con el epíteto de Verticordia que significa "la que vuelve o purifica los corazones" lo que volvió el amor erótico un sentimiento casto. Es la patrona del amor, la belleza femenina y la fecundidad. Bajo el nombre de Venus Genetrix se le considera la madre de todo el pueblo romano, pues ella era la madre de Eneas, el troyano destinado a fundar el gran imperio que llegaría a ser Roma, y de cuyo hijo Iulo, se presume que descendía la ilustre familia Julia, de la cual descendía Julio César. Por ello también se la relacionó con Marte, padre de Roma por medio de Rómulo y Remo. Identificada con la etrusca Turan. 



  MERCURIO 

El dios romano del comercio. Su nombre probablemente provenga de la palabra latina "merx" que significa mercancía. Posteriormente se asimiló a Hermes y adquirió entonces, el carácter de mensajero divino. Se le considera padre de los Lares, dioses menores que protegían las encrucijadas. 



  JANO 

Es uno de los dioses más importantes entre los romanos sin equivalente en Grecia. En Etruria, su equivalente pudo haber sido Ani. Está estrechamente relacionado con el Tíber, en una ciudad en la cual reinaba, compartiendo el trono con un tal Cameses. Al morir éste Jano reinó solo en el Lacio y fue entonces cuando acogió a Saturno, expulsado de Grecia por Júpiter. Era considerado el dios de los comienzos y los finales, de las entradas y las salidas. "Puerta" en latín se dice "Ianua" y por guardar los inicios y los comienzos de su nombre derivó el nombre del primer mes del año (en inglés, January)



  CERES 

La diosa de la agricultura y las cosechas fue pronto asimilada a la helena Démeter. El nombre se relaciona con una palabra que contiene el significado de "brotar" Su culto es originario de la rica región agrícola de la Campania, donde los cultos rurales adquirieron gran importancia. Posiblemente, de su nombre provenga la voz española "cereal" Tras la sequía del comienzo del siglo V a.d.C los libros Sibilinos ordenaron erigir un templo a Deméter en el Aventino. Este nuevo culto acabó por borrar la huella de la primitiva Ceres. 



  NEPTUNO 

 Su nombre tiene una etimología oscura, probablemente provenga del nombre de su homólogo etrusco, Nethuns. En comienzos, por Roma no tener costas, era solamente el dios del elemento húmedo en general y de las aguas dulces. Tras la expansión del imperio a lugares con costas, se le identificó con el heleno Poseidón y pasó a ser el dios del mar, aunque con un carácter mucho más benéfico que el de su homólogo griego. 



  APOLO 

 Podría decirse que es el único dios puramente heleno del panteón romano, desconocido por los antiguos latinos. Es el único caso en el que un dios griego pasó a formar parte del panteón latino sin cambio alguno en su nombre, adoración, o esferas de influencias, lo que lo hace la única deidad verdaderamente grecorromana. Entró en contacto con ellos por medio del primer contacto entre griegos y romanos por medio de la colonia de Cumas en la bahía de Nápoles, famosa por ser la sede de una sibila (profetisa) de Apolo. Octaviano, (más tarde, César Augusto), el fundador del Imperio, atribuyó su victoria sobre las tropas de Marco Antonio, a la intervención de Apolo. La mayoría de los autores latinos solían nombrarlo por su epíteto más famoso "Febo" que significa "el brillante" A menudo, esto es tomado como que Febo es el equivalente latino de Apolo, lo cual no es así. En la Eneida es llamado Apolo, mientras los demás dioses reciben sus nombres romanos. Apolo era el dios de la música, la medicina, la adivinación, los deportes y la belleza masculina. A veces se lo homologa al etrusco Aplu.

Como se puede observar, si bien los dioses romanos se llegaron a identificar con los dioses griegos en cierta medida, eso no quiere decir que sean una copia o un plagio de éstos últimos. Además, la mitología romana también cuenta con una gran variedad de divinidades que no tienen equivalente en Grecia, como lo son Jano, Dis Páter, Orco, Quirino, Pomona, Anna Perenna, Silvano, los Manes, Lares y Penates, Momo o Cupido, entre otros. No es por tanto, un plagio, ni una copia de la mitología de Grecia, sino que tiene su propia influencia y origen, ubicado en su mayoría en la península itálica. 




Glosario

Arúspice: Adivino etrusco que se encargaba de interpretar el futuro en las entrañas de los animales sacrificados, principalmente el hígado, por medio del aspecto las señales que presentaba el órgano. 


Fuentes: 

Llusc-Cardona, Francesc. Mitología Romana. Ediciones Brontes S.L. 2011. Barcelona, España.